Los centros colaboradores
surgieron para dar respuesta a la gran demanda de capacitación que había en
Honduras y que el INFOP no tenía capacidad para atender. No se contaban con los
suficientes centros de estudio debidamente equipados; como ser salones de belleza, laboratorios de
informática, talleres de corte y confección entre otros.
La modalidad de centros
colaboradores permite contratar una empresa privada que cuenta con la
infraestructura y el equipo didáctico apropiado para brindar un servicio de
capacitación optimo, INFOP se encarga de
asignarle horarios y alumnos, estas empresas obtienen un doble
beneficio; se les retribuye un valor económico por curso impartido y trabajan
bajo la modalidad de capacitación de una Institución reconocida en la formación
profesional.
Durante muchos años esto
permitió cumplir con las metas reales de capacitación del INFOP (no la farsa de
ahora) y al mismo tiempo como contribución al desarrollo del país así como el
apoyo a la empresa privada.
Cada empresa que deseaba
trabajar con INFOP pasaba por un rigoroso procedimiento de evaluación
cumpliendo con cada uno de los requisitos establecidos en la Ley de Centros Colaboradores,
así mismo la evaluación periódica de los cursos que impartía cada centro
colaborador era llevado a cabo por personal técnico especializado de la unidad
de centros colaboradores, con esto se verificaba que la calidad y el contenido
del curso se apegaba a los lineamientos de INFOP, asegurándose así una capacitación de un nivel altamente
satisfactorio.
Sin embargo en esta
administración lo que se tiene son centros colaboradores fantasmas y otros que
no están regulados. Actualmente ya no se evalúa la calidad de los cursos
impartidos, en ningún momento se supervisa si los alumnos están recibiendo sus clases
los días asignados y si se están cubriendo todos los contenidos en su debida
forma. Esta falta de supervisión sirve para permitir que sigan existiendo los centros
colaboradores fantasmas y también para proteger los centros pirujos que no cumplen
con lo mínimo establecido en la Ley de Centros
Colaboradores; como ser el espacio físico, iluminación, instalaciones eléctricas seguras, mesas de
trabajo, pizarras, equipamiento actualizado a las necesidades de cada curso etc. Que triste pensar que el dinero destinado
a pagar por las clases impartidas en los Centros Colaboradores este cayendo en las
cuentas de ahorro de más de algún mañoso de la actual administración, con esto
solo se demuestra que estos bárbaros no tienen el mas mínimo escrúpulo en tocar
dineros destinados a educar a la población más
necesitada del país.
Es increíble al grado de picardía
que se ha llegado en esta administración, muchos de estos centros son negocios turbios
de la alta gerencia y de recomendados por el consejo ejecutivo, en el caso de los
centros fantasmas solo tienen que llenar los formatos de inicio y fin de curso
con datos falsos (nadie recibe el curso) y cobran íntegramente y sin ninguna pena el valor del curso como si
lo hubieran impartido.
Pero no hay problema; esto es
parte de la Libre Administración, no pasa nada, usted no se estrese ni se
preocupe, que mientras se sigan llenando los informes de inicio y final de
curso las metas se están cumpliendo, el gobierno solo mira los totales que por
cierto son datos inflados o de plano
falsos, como es el caso de los que se capacitan por internet ON_LINE como le
dicen ellos, ni los Institutos con mayor experiencia de Latinoamérica en
formación profesional que utilizan la capacitación a distancia tienen tantos
egresados como los que reporta el INFOP, que dicho sea de paso solo ofrece unos
pocos cursitos por internet con material
prestado que no ha sido desarrollado en el Instituto.
Ojo que la robancina de maría
cristina esta bárbara… aunque ahora todas las picardías, robos, desfalcos, y demás mandracadas se conocen con el nombre
de Libre Administración, Verdad Compañeros Sindicalistas?. Por lo tanto sigan
robando a gusto que total el Sindicato y Auditoria les dan su bendición, eso sí
pobre INFOP pues falta poco para que lo desfalquen todito.